“La obediencia del clero es siempre condicional. Se someterá a su príncipe, adulará su poder y sostendrá su autoridad siempre que el príncipe se someta a sus órdenes, no ponga obstáculos a sus proyectos, no toque sus intereses y no cambie los dogmas sobre los que los ministros de la Iglesia han acordado fundar su propia grandeza; en definitiva, siempre que reconozca sus derechos divinos, que son claramente contrarios a los de la soberanía y socavan evidentemente los fundamentos del trono.”
— Holbach, Cartas a Eugenia (Pág. 140-141)
domingo, 10 de abril de 2011
Holbach sobre el clero y el estado
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